domingo, 9 de octubre de 2011

La nostalgia del viajero (31/10/2010)

Tratando de escapar de mi fiel e inseparable soledad, es una soledad propiamente dicha, es un retiro, un aislamiento, una incomunicación involuntaria pero necesaria, es estar solo yo acompañado de ella, la soledad; me vine huyendo hasta un lugar que no dare a conocer su nombre pero que con las descripciones que, seguramente y obligatoriamente, dare ustedes sabrán de que lugar estoy hablando. Primero los motivos, a veces me siento como los mineros chilenos que estaban atrapados en la mina, no es una metáfora, es literal. Justo en ese momento de extremo stress es cuando empieza a encenderse mi parte filosófica (cabe destacar que es muy difícil encenderla) y empiezan a salir frases como esta: “La soledad, el silencio y la oscuridad son parientes de una misma familia”. Para llegar a aquel lugar tome un bus en la terminal privada para tratar de hacer de mi viaje algo mas relajado, cómodo y ameno. Despues de casi todo el dia en la carretera llegue de noche, tome un bus que me llevara hasta el centro de la ciudad. Alli estaba yo otra vez, frente al trafico, pero la ausencia de las motos era evidente, no habia tantas motos como en Caracas, cruce y segui hasta el boulevard, parecido físicamente al de Sabana Grande pero la gran diferencia es que en el segundo ademas de las actividades comerciales tambien hacen actividades culturales a lo largo de todo el bulevard. Pues aquí no, esto parece mas bien, al desordenado centro de Caracas, buhoneros por doquier. La marginalidad y el protestantismo ha venido in crescendo en los ultimos años en el pais. Ni el gobierno ni la iglesia catolica se ocupa de ello... Sigo caminando por el bulevar para llegar a la otra parada donde tomare el transporte que me llevara a mi destino final, veo una carretilla repleta de bolsas de pan y con un letrero que decia: “Cristo te ama. Bsf 5”, una especie de mezcla entre religión y comercio; Una niña como de 6 o 7 años llevando como podia a su hermanito en el coche porque su mama no podía por llevar en brazos a su otro hijo, el mas pequeño. Llego a la parada y cuando me voy a montar en el carro el chofer me dice que todavía no, se metio en los asientos traseros y acomodo los bombillos del carro, nos montamos y el chofer cuenta que dos mujeres se cayeron a golpes en su carro por eso acomodaba el bombillo porque en medio del forcejeo y los golpes sacaron el bombillito. El motivo de la pelea: un hombre.